Nikola Tesla es una de las figuras más influyentes en la historia de la ciencia y la tecnología. Nikola Tesla simboliza una fuente de insiracion para todas las naciones en nombre de la ciencia. Fue un verdadero visionario muy por delante de sus comtemporáneos en el campo del desarrollo cientifico.
Nacio el 10 de julio de 1856 en Smiljan, Croacia. Sus progenitores eran del oeste de Serbia, cerca de Montenegro. Tesla fue el cuarto de cinco hermanos. Desde muy pequeño demostro un talento excepcional para las matemáticas. Cuando tenía 17 años, Tesla fue infectado por el
cólera. Estuvo cerca de no recuperarse, pero finalmente se curó. Poco antes su
padre le prometió que, de conseguirlo, le enviaría a una gran escuela de
ingeniería, justo como él quería.
Allí comenzó a germinar la idea
que marcaría su vida: idear una forma para que la energía gratuita
llegase a todo el mundo.
Edison era defensor y primer
introductor de la corriente continua, y con ella logró su primera
cartera de clientes en la Nueva York de principios de la década de 1880, con
pequeñas centrales eléctricas para llevar energía a apenas un centenar de
clientes en la ciudad que utilizaban este sistema.
El sistema de Tesla era mejor y
llega hasta nuestros días, pero Edison sólo pensaba en su negocio.No obstante, Tesla
estaba convencido de que la corriente alterna era una solución mejor. La
corrienta alterna es la corriente eléctrica en la que magnitud y sentido varían
de forma cíclica. Y que no tardó en imponerse frente a la continua y seguimos
usando en nuestros hogares a día de hoy, más de ciento cincuenta años después.
Así que, en efecto, la
idea de Tesla era mejor, pero necesitaba a Edison para implementarla. Ahí se
desató el conflicto en el que Edison defendió su fortuna a toda costa. De
ninguna forma iba a permitir Edison que un extranjero que acababa de llegar a
la ciudad le arrebatase la fama e hiciese peligrar esa suerte de imperio
eléctrico que consiguió levantar. Se unieron ego y dinero. Aunque más tarde,
Tesla conoció al empresario George Westinghouse, que había
desplegado una red eléctrica de corriente alterna en Massachusetts, todavía
faltaba una pieza clave para el puzzle en el que la corriente alterna lograse
imponerse de forma incontestable.
Esa pieza era el motor de
inducción, que el propio Tesla ya había inventado. Por sus patentes,
Westinghouse le ofreció 5.000 dólares en efectivo, otros 55.000 dólares en
acciones, y 2,5 dólares por cada caballo de potencia que se hubiese generado en
la electricidad comercializada. Este negocio, en parte por la rápida y altísima
escala que tomó la distribución de la energía, no fructificó. Hubiese sido inviable.
Y de haber prosperado, Tesla se hubiese convertido quizás en una de las
personas más ricas del mundo.
Sabedor de su talento, Edison
canalizó su envidia humillando a Tesla.Mientras tanto, y a lo largo de finales
del siglo XIX y principios del XX, Edison, preso de la envidia, no dejó
de humillar y ridiculizar a Tesla. Desde haciéndole trabajar dieciocho
horas diarias de lunes a domingo arreglando problemas técnicos hasta montando
"espectáculos" para desacreditar la corriente alterna. Por ejemplo,
aplicando descargas eléctricas a animales o anunciando su uso en la silla
eléctrica, inventada unos años antes por Harold P. Brown, con la
intención de atemorizar a la ciudadanía sobre su uso. Lo que no dijo es que
Brown fue financiado en secreto por él mismo.
Pero el punto de inflexión tuvo
lugar cuando Tesla le propuso a Edison una fórmula para mejorar su generador.
Ante esta propuesta, Edison le prometió 500 dólares si lo
conseguía. Tesla trabajó duro a lo largo de meses, llegando a apenas dormir
durante más de 80 horas, y finalmente, como no podía ser de otra manera, lo
consiguió. Edison no sólo no le pagó lo prometido, sino que además se burló
de él: "Cuando seas un americano cabal lograrás comprender una buena broma
yanqui". Tras esta escena, Tesla se despidió de Edison, a
quien había aguantado todo y por quien trabajó bajo una gran admiración durante
años.
Su siguiente proyecto fue crear
su propio laboratorio para impulsar uno de sus grandes sueños: la
transmisión de energía y noticias sin necesidad de usar alambres. Pero se
encontró con dos barreras principales: por un lado, el sector energético era un
monopolio, y como en todo monopolio, sus impulsores se negaban a cualquier
cambio si no les iba a suponer un aumento en sus beneficios. Por otro lado, el
sector bancario ya había comprado minas de cobre que cubrirían el cableado que
cruzaría el país para distribuir la energía.
Así que Tesla tenía X obstáculos
principales para extender su mensaje y lograr que sus ideas se materializaran.
Tanto las zancadillas que le puso Edison como las barreras de grandes sector
como el energético, e incluso de la propia Administración.
Poco a poco se fueron
materializando sus "predicciones" y a Tesla, pese a todo, le llegaron
algunas pequeñas victorias. Por ejemplo, las de 1893. Aquel año, la
Feria Internacional de Chicago tenía a la electricidad como, nunca mejor dicho,
hilo conductor. ¿Adivinan con qué sistema se decidió iluminarla? Sí, con corriente
alterna. Meses después, un comité de expertos debía decidir con qué sistema se
iba a aprovechar el potencial hidroeléctrico de las Cataratas del Niágara. El
contrato fue para la empresa de Westinghouse (corriente alterna), toda vez que
la empresa de Edison fue una de las descartadas. Pese a las dudas de si la
creciente industria de Búfalo iba a poder abastecerse con este sistema, la
corriente alterna llegó para quedarse.
Tras los éxitos cosechados por la
corriente alterna durante los años anteriores, Tesla se decidió a apostar de
lleno por su gran sueño: lograr energía y comunicaciones inalámbricas.
Este proyecto comenzó a materializarse a través de la Torre
Wardenclyffe, también conocida como Torre Tesla, una torre de alta tensión
con una antena de 30 metros de altura cuya finalidad iba a ser permitir la
telefonía comercial transatlántica, impulsar las retransmisiones radiofónicos,
y demostrar que era posible transmitir energía de forma inalámbrica, sin cables
entre emisor y receptor, y además de forma gratuita. Para ello iba a seguir los
mismos principios que con la radio.
La Torre Wardenclyffe recibió su
nombre de James S. Warden, banquero y abogado que cedió parte (81
hectáreas) de unos terrenos comprados en Shoreham para crear una comunidad
llamada Wardenclyffe-On-Sound, una especie de "Ciudad de la
Radio" que creía posible gracias precisamente a la implantación del
Sistema Inalámbrico Mundial de Tesla.
Cuando pidió más fondos para
continuar investigando, le fueron denegados de forma premeditada. Había
demasiados intereses en juego como para permitir que un inventor casi utópico,
que ya había demostrado ser capaz de lograr avances de peso como el de la corriente
alterna, se cargara un sector monopolizado por unas pocas élites. Así que Wardenclyffe
se vio obligada al cierre antes de ser totalmente operativa y a demolirse
parcialmente en 1917, en plena I Guerra Mundial, cuando Tesla ya tenía más
de sesenta años.
En los últimos
años de su vida, The Times entrevistó a Tesla, quien reveló que sólo esperaba
vivir el tiempo suficiente para, al menos, colocar un aparato en una habitación
que pudiese activarse con la energía de su alrededor". En su crepúsculo, Tesla
murió sólo, abandonado. Tras fallecer en 1943, comenzó la campaña
para borrar su nombre de la Historia y atribuir sus éxitos a otros,
así como centrar su recuerdo en su carácter excéntrico.
Grande Tesla, buen post.!!
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